Se acabó el Carnaval
Una de las tantas manifestaciones populares de nuestros
pueblos es el carnaval. Y.. ¡se acabó el carnaval!, tanta expectativa… que, si
se da permiso para que se lo haga, que no se da el permiso, por ahí un bravito salió
a decir “el carnaval va por qué va, guste a quien le guste y a quien no que
pena”.
Que, si llueve, que no llueve, que habrá problemas por lo
narcos, que los artistas no quieren venir a Ecuador.
Se inicio la competencia de conciertos, Cuenca contrato al Bambino,
y otras orquestas, Santa Isabel realizo el espectáculo conjuntamente con la
Prefectura del Azuay, lo mismo que Sigsig, Chordeleg y Guachapala, fue un
aporte importante para que Paute se lleve los aplausos por la contratación de
Juan Galán,… no perdón es Juan Magan el español, el mismo que no llenó las expectativas
de la gente que en gran numero se dio cita a la puerta de entrada del corredor energético
del Ecuador.
Es un disc joyec, es decir un famoso mesclador de música que
a ratos canta, a ratos hace fonomímica y a veces hace play back. La música que
mezcla o que interpreta Juan Magan no es muy conocida en nuestro país y en
latino américa, sin embargo, llenó una buena parte del parque lineal de Paute,
y no gustó a muchos que asistieron al espectáculo.
Debemos destacar la contratación de las orquestas. Sandunga,
un fenómeno, hizo bailar hasta no más a los asistentes, así como otros artistas
que se ganaron su dinerito. El vaquerito con sus melodías corta venas, emocionó
a más de uno, pero de ahí, no paso a más.
Van cambiando las tradiciones, ahora son las competencias
entre los cantones, por ahí decían la guerra de conciertos, quien gasta más,
quien trae al artista más caro. Y ¿qué pasó con las tradiciones? ¿En donde
quedaron las reuniones familiares y de amigos?
Ahora ya no es la reunión de familiares, de vecinos, de
amigos, cuando haciendo vaca comprábamos el puerco, los cuyes y las gallinas,
nos reunimos, en la propiedad del campo de alguno, con amigas y amigos para
amasar el pan y luego hornearlo, íbamos al huerto a cosechar los higos para el
famoso dulce, los membrillos, los duraznos el manjar de leche.
Luego desde la chaspada del puerco, los sancochos, las
fritadas y las morcillas, y claro durante todo ese trabajo que era muy
divertido, jugábamos al carnaval con agua abundante, dos o tres veces al día
nos mojábamos, luego la maicena, nos embadurnábamos con lo delicado de la
maicena de achira, a veces con la miel del dulce. Cuando nos agarraba el frio,
un canelazo y a bailar Con música de la radio.
El baile seguía durante la noche, la quema de las chamizas,
el dialogo familiar, los cuentos de la cripta, la llorona, el farol de la viuda
y el cura sin cabeza.
Luego todos a dormir y esperar a que el lunes y el martes
continúe el festejo de Don Carnestolendas.
Después de terminar con la carne del cerdo, las gallinas y
los dulces, todos regresábamos a casita en espera de que transcurra un año completo
para continuar con la tradición. Esos eran carnavales, ahora, ¿Que cantón gasto
más en los artistas “Internacionales”?
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