Protección del animal no humano
Ley que se debate en la Asamblea
Nacional
Desde hace 2
millones de años el hombre se convirtió en carnívoro, poco a poco se fue
adaptando a este tipo de alimentación. Hoy el hombre es carnívoro.
En el mundo
entero, la promoción turística esta ligada con el turismo gastronómico, cuyos
platos principales constan de carnes de diferente tipo, carne de porcino, carne
de buey, carne de pollo y pescado.
Venga y
visite el valle de la vida en donde comer es un placer de los dioses, fritadas,
chancho hormado, cuyes asados, pollos a la brasa, caldo de cangrejo, cangrejo
al jugo, carne de tortuga frita en su aceite, bueno todas estas listas y otras
mucho más amplias para promocionar la gastronomía cárnica, lo que indudablemente
abre el apetito y hace que vayamos al valle de la vida.
Pero, admirémonos,
en este nuestro lindo Ecuador, un país pequeñito, enclavado en el corazón de la
cordillera de los Andes, en donde tenemos 137 asambleístas que analizan y ponen
en vigencia leyes que nos ayuden a vivir mejor están analizando 181
prohibiciones dentro del proyecto de ley de promoción y defensa de los animales
no humanos.
¡Que lindo! Mientras
tanto duermen en el sueño de los justos proyectos de leyes que ayuden a vivir
mejor a los animales humanos, aquellas como las penas drásticas para los transgresores
contumaces, No se preocupan mayormente de que siguen
apareciendo personas divididas, calcinadas en plena luz del día y plagiadas por
los infractores organizados. No les interesa castigar ejemplarizadora mente a
los abusadores, a los pornógrafos infantiles, a aquellos dañados que malversan
los fondos públicos, a aquellos que esfuman el dinero de los jubilados, de las
medicinas para los afiliados al IEES, de las pensiones jubilares, de las
carreteras del austro del país, de la reactivación de Manabí, no de eso ni se
acuerdan los padres de la patria.
Sin embargo, están en plena discusión, y muy
acalorada, por cierto, para prohibir que se faene al cuy aplastándole la
cabeza, para que no le corten el garguero a la gallina, para que no le hierban
en agua caliente a los cangrejos. Están discutiendo acaloradamente para que no
se exhiban los chanchos hormados en las bateas de siempre, para que no se hacen
los cuyes en los braseros de carbón a la vista del público, para que, al pollito,
dignamente se lo dore disimuladamente en un rinconcito obscuro.
Ese es el trabajo de los distinguidos asambleístas,
así es que en Paute, en los mercados no se podrán exhibir los chanchos hormados,
en Gualaceo los cuyes tienen que ser asados lejos de los ojos de la gente, en Naranjal no se puede exhibir a los
cangrejos, so pena de ser castigados.
Ahora sí Héctor Napolitano tendrá que dejar de
cantar al cangrejo criminal.
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