jueves, 10 de abril de 2025

 

Generación de cristal…

Las tórtolas contra las escopetas

“Si tus crías bien a tus hijos, podrás mimar a tus nietos, pero si tu mimas a tus hijos, tendrás que criar a tus nietos”

Es una vieja sentencia popular que pone de manifiesto la necesidad absoluta de educar a nuestros niños en casa, porque de aquí nacen los valores morales, éticos, cívicos y patrióticos. Una vez educados en casa, su comportamiento en la sociedad, será enseñada en las escuelas y colegios.

Que los ahora adultos mayores hayamos sido educados, o si se quiere, criados con otros métodos muy diferentes a los actuales está a la vista y que queramos calificarlos como métodos crueles e inhumanos, a lo mejor, pero los resultados también están a la vista. Hasta ahora los adultos mayores saludamos cuando llegamos a una casa, cedemos el asiento en el bus o en la iglesia, hablamos correctamente sin utilizar palabras obscenas, respetamos los símbolos patrios y los celebramos, no lo hacemos con costumbres importadas.

El respeto hacia nuestros mayores es real, jamás nos hemos puesto altaneros con nuestros padres, lo hemos honrado como dicen los diez mandamientos (Respetaras padre y madre). En las escuelas, los maestros representaban a nuestros padres y nos reprendían cuando actuábamos mal. La palabra del profesor era como la de nuestro padre.

No teníamos celular ni Tablet, tampoco teníamos calculadora portátil, aun no se inventó la computadora ni de mesa ni portátil, teníamos que ir a la biblioteca para investigar un deber o un trabajo. Nos sabíamos de corrido las tablas de sumar, restar, multiplicar y dividir. Los verbos lo recitábamos en todos los tiempos, presente, pasado y futuro. Sabíamos cuales son las capitales de los países, las capitales de las provincias del país.

 La historia era una materia que nos encantaba, sobre todo cuando llegábamos a las gestas libertarias, y nos decían como con mingas construían las carreteras, los puentes, nos emocionábamos con el Lugar Natal, La cívica, etc.

El deber lo llevábamos a casa y ahí, conjuntamente con nuestras obligaciones del hogar, teníamos que realizarlo con la supervisión de la mama o el papa, momento en el que aprovechábamos para conversar con ellos y contarles nuestras proezas del día y ellos nos aconsejaban como resolver los problemas.

Una vez terminado el deber, pedíamos permiso para salir a jugar en la calle con nuestros vecinos y jugábamos, los niños, futbol, el arco eran dos piedras, otros con los aros, los trompos, las bolitas o canicas, las niñas jugaban a la semana, las muñecas, a la escuelita, la macateta y mucho más, pero eso si hasta las 9 de la noche, porque a esa hora se iba la luz y nos quedábamos en tinieblas.

Hoy, los niños tienen la palabra, si no se les complace comprando el juego de moda, facilito nos arrojamos al suelo, pataleamos, gritamos, jalamos del pelo a la mamá, pateamos al papá. En el colegio insultamos a los compañeros, gritamos al profesor y traemos a papá para que le rompa la nariz.


El profesor, para romper el hielo, expreso algún comentario que no le gustó al niño, este llamó al papá, iracundo irrumpió en le escuela y con gritos e insultos fuera de tono espero que el maestro se quede solo y lo golpeo de tal manera que le rompió la nariz, le presento hematomas, le dio con la cabeza sobre el escritorio. Y ¡cuidadito con hacer o decir nada, porque de lo contrario se va preso!

El día transcurría normalmente, un niño estaba en peligro, en un lugar no apto, la maestra le dice que se retire de ahí, porque puede lastimarse, ¿Y que creen ustedes?, el niño se abalanza contra la maestra y le pega puñetes en el estómago, en el pecho, le patea como si estuviera peleando con uno igual. Los estudiantes, que fueron testigos de este horro tuvieron que agarra a este niño y retirar a la profesora, porque de lo contrario este chiquitín, que no era tan chiquitin le seguía, masacrando.

 ¡Sí! El niño tiene derechos, y ¿Los de la profesora, de esta escuela, y la del otro maestro que recibió la golpiza del padre?, ellos no tienen derechos, Las voces se harán sentir, dirán que hay que investigar el caso, porque a lo mejor los profesores actuaron mal, otros dirán que defienden su sueldito, pero lo cierto es que los niños tienen derechos inviolables, así mismo, y repitiendo frases que ya escribí en otros artículos, los niños también tienen obligaciones, una de ellas respetar a su semejante y muchos más a sus padres, a sus profesores.

A lo mejor el niño tiene problemas desde su casa, le tratan mal, lo golpean, no tiene cariño. Pero ahí deben intervenir las autoridades, las direcciones distritales, los psicólogos de los distritos, al comprobar violencia, o falta de autoestima, o problemas de violencia el DC debía haber tomado cartas en el asunto, no puede ser posible que estas entidades estatales burocráticas, sirvan solo para justificar el sueldo de quienes lo están ocupando, deben solucionar todos los problemas que tenga su distrito.

                     


Pie de foto. – hijo, cae a golpes a su madre, porque le corrigió              su mal comportamiento

Señores, estamos ante una generación diferente, nosotros los padres los hemos formado así. No podemos tratar de encontrar culpables donde no los hay, nosotros somos muy permisivos. Si el niño hace berrinche, nosotros somos los culpables por permitirles. Si el niño es caprichoso, somos culpables por no parar sus caprichos, si son irrespetuoso somo culpables porque así les enseñamos. Los únicos culpables somos nosotros los padres que no les enseñamos valores y eso es nuestra responsabilidad, no de la escuela, no del maestro.

¿Qué hacemos ahora?...Nada creo que ya es tarde, así los criamos, esperemos a ver que pasa cuando les toque ser padres, lideres, políticos, dirigentes de nuestra patria.

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